¡LIBERA TU CABELLO!

La caspa es un problema común, pero no hay razón para vivir con esta molestia. Existen varias alternativas para eliminar las desagradables partículas blancas que marcan el cuero cabelludo.

SECO O GRASO...

Cuando se piensa en la caspa, casi siempre se piensa en las pequeñas partículas blancas que se desprenden del cuero cabelludo y caen sobre los hombros. Pero en realidad, la caspa puede tener características diferentes según su origen y gravedad. Por lo tanto, existen dos tipos de caspa:

• Grasa : es una manifestación de la dermatitis seborreica, una enfermedad de causa desconocida. Se trata de un fenómeno inflamatorio causado por un exceso de grasa debido a la mayor presencia de ciertos hongos. Este desequilibrio puede deberse a variaciones hormonales o al estrés. El resultado es un intenso enrojecimiento y picor del cuero cabelludo, con escamas grasas y amarillentas que se adhieren a la cabeza.

• Seca : puede ser una forma más leve de caspa grasa o simplemente un fenómeno natural de descamación. Esta descamación puede deberse a una renovación más rápida de las células del cuero cabelludo, al uso de productos agresivos y secadores de pelo, a una fricción excesiva, a una dieta pobre en minerales como el zinc y vitaminas como el complejo B, así como a ciertas grasas. Picor, sequedad, partículas blancas muy finas que se desprenden con facilidad son las manifestaciones más comunes.

PARA UN CABELLO SANO

La presencia de escamas que se desprenden del cuero cabelludo basta para causar incomodidad y vergüenza. Sin embargo, es posible controlar la caspa con tratamientos destinados a reducir la grasa y eliminar el exceso de células muertas. Sea cual sea el enfoque, siempre se requiere persistencia y paciencia:

• Productos que eliminan las escamas más grandes adheridas;
• Productos que controlan la multiplicación de los hongos;
• Productos que combaten la inflamación y el picor.                                                                                                                                          

En forma de champús y lociones, son productos que se aplican sobre el cuero cabelludo. Para que funcionen mejor, hay que seguir unos pasos esenciales: 

• Si tu cuero cabelludo es propenso a la grasa, lávate el pelo a diario para prevenir la aparición o el empeoramiento de la caspa.
• Lávate el pelo con agua tibia o fría
• Lavar el cabello con un champú normal antes de aplicar el producto de tratamiento: así se elimina el exceso de grasa y las escamas y se activa la circulación.
• Antes de aplicar el producto de tratamiento, separe el cabello en mechones para que el producto se aplique directamente en el cuero cabelludo.
• Evita el uso de secadores, espumas y lacas, ya que pueden dañar o irritar el cuero cabelludo, agravando la caspa. 
• No duermas con el pelo húmedo o mojado
• Sigue una dieta rica en zinc y vitamina B: pescado, marisco, verduras como lechuga, col, zanahorias, tomates y frutas como los albaricoques son buenos alimentos.

ACUDE AL MÉDICO SI...

Si la caspa no mejora tras dos semanas de tratamiento o si los síntomas empeoran, con escamas grasas y signos de inflamación, es aconsejable consultar a un dermatólogo para que evalúe la situación e instaure el tratamiento necesario.

copyright © por la Asociación Nacional de Farmacias

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