Lactancia sana

Lactancia sana

CUIDADO DEL PEZÓN

Los beneficios de la lactancia materna son inmensos y por eso merece toda nuestra atención. Es posible dar el pecho con gestos sencillos que ayudan a superar las molestias y permiten seguir amamantando con salud y tranquilidad.

 

SENSIBILIDAD Y COMODIDAD

Cierta ansiedad y malestar iniciales son naturales, sobre todo cuando se es madre por primera vez.

Durante las primeras tomas, los pezones suelen estar más sensibles, ya que necesitan adaptarse a la succión del bebé. Esta molestia es temporal. Sin embargo, hay situaciones en las que se prolonga más allá de los primeros días y la sensibilidad da paso a pezones macerados, con pequeñas grietas más o menos dolorosas: las grietas mamarias.

Las causas son bien conocidas, siendo las más comunes

  • Mala adaptación del bebé al pecho, debido a un "agarre" incorrecto, situación que puede estar relacionada con una posición incorrecta del bebé durante la lactancia;
  • Lactancia prolongada, que desgasta la piel del pezón.

 

PEZONES SANOS

Las grietas en los senos se pueden prevenir. Con unos cuidados sencillos:

  • Cuando amamantes a tu bebé, sujétalo correctamente y asegúrate de que toma el pecho de la forma más adecuada: colócalo con las caderas flexionadas y la boca y la nariz orientadas hacia el pezón. Sostén el pecho de forma que no presione la barbilla del bebé; acércalo al pecho y anímale a abrir la boca;
  • Utiliza discos protectores ya que reducen la fricción con el pezón, pero evita humedecerlos porque al presionarlos contra el pezón contribuyen a macerar la piel;
  • Evita interrumpir la toma: pero si tienes que hacerlo, hazlo suavemente metiendo un dedo en la boca del bebé para que suelte el pezón;
  • Lávate los pezones sólo una vez al día (a la hora del baño) y evita los productos de cuidado corporal agresivos para los pezones (como jabones, alcohol o cualquier producto secante).

Existen otros cuidados que ayudan a prevenir la formación de grietas en los pezones y, al mismo tiempo, devuelven la suavidad a la piel:

  • Después del baño y de cada toma, poner unas gotas de leche materna sobre el pezón y la areola y dejar secar al aire: cicatriza, hidrata la piel y protege contra las infecciones.
  • Entre las tomas, aplica una pomada hidratante/calmante (por ejemplo, lanolina pura) en el pezón y la areola. Pregunta en tu farmacia;
  • Utilizar almohadillas de hidrogel, que proporcionan un alivio refrescante y protección para los pezones.

Si sientes dolor al dar el pecho, es útil saberlo:

  • Comience la alimentación con la tetina menos dolorosa;
  • Corregir la colocación del bebé al pecho y cambiarle de posición, buscando una mayor comodidad;
  • Hasta que el pezón mejore y en caso de dolor intenso, utiliza un extractor de leche para evitar complicaciones posteriores y seguir estimulando la producción de leche.

A veces el pezón agrietado puede sangrar y el bebé se tragará la sangre. Esto no es un problema y no te impide seguir dando el pecho. El dolor puede ser intenso, pero es importante que sigas dando el pecho.

 

copyright © por la Asociación Nacional de Farmacias

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