Anemia ferropénica

Anemia ferropénica

Se calcula que alrededor de 20 de cada 100 mujeres portuguesas padecen anemia, un trastorno de salud en el que el número y el tamaño de los eritrocitos (glóbulos rojos) o la concentración de hemoglobina (proteína de la sangre) en la sangre están por debajo de los valores de referencia.


¿QUÉ ES LA HEMOGLOBINA?

La hemoglobina es uno de los componentes de los glóbulos rojos. Su función principal es "captar" el oxígeno para distribuirlo a todas las células del organismo. Cuando los niveles de hierro son bajos, la hemoglobina no se forma en la cantidad necesaria, por lo que la distribución de oxígeno por todo el cuerpo se ve comprometida.


¿QUÉ OCURRE CON LA ANEMIA FERROPÉNICA?

Cuando los niveles de hemoglobina son inferiores a los recomendados, estamos ante una anemia. Si se debe a una falta de hierro, necesario para formar hemoglobina, se denomina anemia ferropénica. Las principales causas son

  • Una dieta baja en hierro;
  • Nuestro organismo no puede absorber suficiente hierro, debido, por ejemplo, a ciertas enfermedades como la celiaquía;
  • Pérdida de una gran cantidad de sangre;
  • Embarazo

 SIGNOS Y SÍNTOMAS

La anemia ferropénica suele pasar desapercibida al principio, sin más síntomas que el cansancio. Sin embargo, a medida que la anemia progresa, empiezan a aparecer otros síntomas como palidez; dolores de cabeza; sensación de falta de aire; uñas quebradizas; pica (deseo de comer productos no alimentarios como tierra, arcilla o papel) y fagofagia (deseo de comer hielo).

Se tiene anemia cuando los niveles de hemoglobina son:

 

Referencia por sexo o estado de salud

Valores de referencia

HOMBRES (mayores de 15 años) 

13 g/dl

MUJERES (mayores de 15 años)

 12 g/dL

EMBARAZADO

 11 g/dL

Sin embargo, para confirmar el diagnóstico, el médico evalúa los niveles y las características de los glóbulos rojos, la hemoglobina y el hierro en la sangre mediante análisis de sangre. En función de los resultados de los análisis, pueden ser necesarias pruebas adicionales para identificar con mayor precisión las causas de la anemia.

SI SE DIAGNOSTICA...

El primer paso para tratar la anemia es siempre averiguar cuál es su causa.

La dieta suele ser la causa de la anemia, por lo que es esencial adoptar una dieta equilibrada y sana que incluya alimentos que contengan hierro, como carnes rojas, aves, marisco, pescado, verduras de hoja verde oscura (como las espinacas), alubias, cereales y frutos secos. También puede deberse a una etapa de la vida en la que hay una mayor necesidad de hierro, como el embarazo.

Si la anemia se debe a una pérdida de sangre, es esencial conocer el origen de la hemorragia y tratarla.

Si se confirma que la anemia está causada por una carencia de hierro, el tratamiento consiste en la administración de medicamentos orales o inyectables que contengan hierro o de suplementos de hierro. Durante estos tratamientos, pueden tomarse ciertas medidas durante las comidas principales para mejorar la absorción del hierro, por ejemplo:

  • Evite ciertos alimentos como la leche, los cereales, el té y el café, ya que dificultan la absorción del hierro,
  • Incluya alimentos con vitamina C (zanahorias, coliflor, col, cítricos, kiwi, brócoli, por ejemplo), ya que aumentan la absorción de este compuesto.

Algunos medicamentos también pueden influir en la eficacia del tratamiento, por lo que siempre debe informar a su médico y farmacéutico de cualquier otro medicamento que esté tomando.

 

copyright © por la Asociación Nacional de Farmacias - Infosaúde

reseña: mayo de 2023

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